martes, 19 de febrero de 2013

EL PAPEL DE LAS MUJERES EN LA DEFENSA DE LOS MAÍCES NATIVOS

Estando en Pátzcuaro, pueblo muy conocido por estar al lado de un lago del mismo nombre, conocimos  a una dirigente de una organización civil, cuya razón de ser es la conservación de la diversidad biológica de los maíces nativos en la región de Pátzcuaro–Zirahuén, de 167.000 habitantes.

 
Esta región acumula un buen número de razas propias de maíz que la hacen de alguna manera una región muy singular. Como ya hemos explicado en otra entrada, en México existen movimientos de organizaciones  civiles muy fuertes, en defensa de los maíces nativos, hasta el punto que han acuñado el eslogan “Sin maíz no hay país”. Estas iniciativas también son apoyadas por el mundo académico.
 
Está ciudadana se llama Carmen Patricio y junto a otras mujeres crearon la red TSIRI –esta palabra en lengua purépecha  significa maíz–, consistente en dotar a las mujeres integrantes de un modelo de cocina llamado patsari  de gran eficiencia energética y con salida de humos al exterior. Esto quiere decir que los consumos de leña se ven reducidos considerablemente  y además se ven reducidas las enfermedades propiciadas por los humos.

Anagrama de la red tsiri

Junto al cambio de cocina, la red se propuso revalorizar la tortilla artesanal con maíces nativos producidos en la región bajo sistemas campesinos, elaboradas por las mujeres acogidas a la red,  de tal manera que el que quiera pueda acceder a las mismas en cualquier parte de la región. 
 
En definitiva los retos de la red son:
 
Ø  Contribuir al mejoramiento de las condiciones laborales de las mujeres
      Ø  Fortalecer el papel de la microindustria a partir de su reconocimiento formal
      Ø  Revalorizar el papel de la tortilla artesanal
      Ø  Contribuir en la estrategia de conservación in situ de las razas nativas de maíz,
            promovida desde la sociedad civil  organizada, los académicos y las  instituciones públicas

Hasta la fecha hay 70 talleres con más de 100 cocinas mejoradas, aunque las amenazas siempre están presentes. Algunas tienen que ver  con el cambio de los habitos alimentarios que arrincona algunas razas el maíz,  el cambio climático que puede hacer desaparecer algunas de ellas y finalmente la posible contaminación con la hipotética  entrada de maíces transgénicos en la zona.
 
Carmen, con un tamal en la mano, en la mixteca de Nochistlán

Esta estupenda iniciativa llevada a cabo casi exclusivamente por mujeres, tiene también otros problemas que tiene que ver con que estas  tortillas especiales de maíces criollos,  son más caras  que las industriales,  elaboradas con maíces convencionales. Los factores económicos en la alimentación suelen ser muy importantes. Nosotros tuvimos oportunidad de probar unas tortillas de maíz azul de la red, que nos gustaron mucho.
 
Desde aquí queremos mostrar nuestro apoyo a los objetivos de  esta red de mujeres.
 

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