jueves, 26 de abril de 2018

LOS PASOS DE BARCA EN HERRERÍAS


El municipio de Herrerías está cruzado por el río Nansa, dividiendo por la mitad las entidades clásicas de población. Mientras en la margen derecha se encuentran los pueblos de Bielva, Rábago y Camijanes, en la izquierda lo hacen los de Cades, Cabanzón y Casamaría.
Esta peculiar situación de tener la mitad de una población, separada del resto, por un río, hacía muy necesario la construcción de puentes que facilitase el tránsito y, por tanto, la comunicación entre vecinos. En el siglo XIX únicamente existía en todo el municipio un puente sobre el río Nansa, el llamado Tortorio, en Camijanes, construido en 1761.
Puente del Tortorio en Camijanes
Para no tener que ir a cruzar el río exclusivamente por ese puente existían, a diferentes alturas de este, pasos de barcas. Había una en Pieño, dónde se encontraba la sede del primer Ayuntamiento de Herrerías, antes de trasladarse al del Arrudo, actualmente cerrado. Se conoce este paso porque en los presupuestos municipales de la última parte del siglo XIX, existía una partida, para pagar al barquero por cruzar el río a los miembros de la corporación municipal, sobre todo al alguacil que tenía que llevar mensajes y convocatorias por los pueblos. En 1884 se presupuestaron 20 pesetas para el paso de barca en Pieño.

Presupuesto 1884. Recuadrada la partida del paso de barca de Pieño
El siguiente paso de barca conocido era el del lugar del Arrudo. Este paso servía para cruzar los de la margen izquierda y los masoniegos que querían ir a Santander. 
Este se conoce porque en 1885, las fuerzas vivas de Herrerías y de Rionansa se reúnen para editar una circular, solicitando ayuda económica a los vecinos para construir un puente de madera sobre el río, justificándolo de la siguiente:

Persuadidos los firmantes de la absoluta necesidad de establecer un paso seguro por medio de un puente en el río Nansa y sitio del “Arrudo” en este Ayuntamiento de Herrerías, porque las barcas que hoy le prestan servicio, no satisfacen el que fuera de desear; pues además de no ofrecer verdadera seguridad, tiene incomunicados estos pueblos por dilatados días, han concebido el pensamiento…,
En una reciente reunión, el alcalde Francisco Linares, me facilitó la existencia de un tercer paso en Rábago, para cruzar los de Cades. Aquel pueblo disponía de molino y tahona asociada, a pie de río, de Venancio Díaz, y era muy visitado.

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